Gobierno suspende diálogos de paz con el ELN tras escalada de violencia en Catatumbo

La escalada de violencia en el Catatumbo, que ha dejado diez muertos, incluidos un bebé de nueve meses y siete firmantes de paz, llevó al Gobierno Nacional a suspender los diálogos de paz con el ELN. El presidente Gustavo Petro calificó los actos de la guerrilla como crímenes de guerra, una decisión que se toma apenas días antes de la reanudación prevista de las negociaciones.

El recrudecimiento de la violencia en el Catatumbo, causado por enfrentamientos entre el ELN y disidencias del Estado Mayor Central, llevó al presidente Gustavo Petro a suspender los diálogos de paz con el grupo guerrillero. “El ELN está cometiendo crímenes de guerra en la región, asesinando a civiles inermes, líderes sociales y firmantes de paz”, afirmó la delegación del Gobierno en la mesa de negociaciones.

Vera Grabe, jefa de la delegación, detalló que a pesar de los esfuerzos del Gobierno para reactivar las conversaciones, el ELN no ha mostrado voluntad de paz. “Estábamos trabajando en los detalles para una nueva reunión y aparece esto, que son actos graves contra personas indefensas. Colombia no aguanta más vaivenes”, señaló.

Operaciones del ELN en Catatumbo: un obstáculo para la paz

Según Iván Cepeda, delegado del Gobierno, el ELN ha trasladado unidades desde Arauca al Catatumbo, intensificando los enfrentamientos y poniendo en riesgo a la población civil. “Estas acciones evidencian que la voluntad de paz no prima hoy en la mesa de diálogos. Enfrentarse a otros grupos armados no puede ser a costa de agredir a la población”, enfatizó.

La decisión de suspender las conversaciones llega pocos días antes de una reunión extraordinaria prevista entre las partes para retomar los diálogos, que están suspendidos desde el atentado a una base militar en Arauca el pasado septiembre.

El Gobierno reafirmó su compromiso de proteger a la población y llamó al ELN a tomar una postura clara frente a la paz. Entretanto, los esfuerzos para reanudar las negociaciones quedan en pausa, mientras la crisis humanitaria en el Catatumbo exige una pronta solución.